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¿Qué son los linfonódulos en el jamón de bellota ibérico?
Los linfonódulos se suelen encontrar entre las piezas del redondo.
Este tipo de ganglios aparecen en todos los jamones, independientemente de la alimentación del cerdo, de la raza o de su edad.
Los linfonódulos se suelen encontrar entre las piezas del redondo y contra y parecen al comenzar el jamón y extraer las primeras lonchas. ¿Por qué? Debido a que estos ganglios se encuentran entre los músculos bíceps femoral y semitendinoso.
No son perjudiciales ni contagiosos para tu pieza de jamón, si bien es cierto que podrían alterar el sabor del producto. Por lo tanto, es recomendable atajar este problema y extraerlo para poder disfrutar del jamón de bellota ibérico.
Pasos a seguir con los linfonódulos
En caso de que hayáis encontrado los famosos nódulos linfáticos en vuestro jamón de bellota ibérico, es recomendable extraerlos una vez haya empezado a aparecer. La pinza y el cuchillo puntilla os ayudarán a acabar con él. Podréis distinguirlos fácilmente además de por su calor, por su textura, muy similar al de las mollejas.
Se recomienda extraer los nódulos ninfáticos del jamón de bellota ibérico puesto que pueden aportar alteraciones en la textura y sabor del jamón. Además, puede llegar a ser bastante molesto a la hora de emplatar, por lo que se aconseja eliminarlo.
¿Qué hacer una vez eliminado el linfonódulo?
Después de extraer el linfonódulo, podrás disfrutar de la pieza del jamón de bellota ibérico sin que esta se vea afectada. Podrás continuar con un corte normal con un buen cuchillo jamonero. No serán necesario el cuchillo puntilla o la pinza para proseguir con el corte.
Además del nódulo linfático, también podréis encontrar otros como el linfonódulo subiliaco, que se encuentra en la grasa de la babilla, o el linfonódulo poplíteo profundo, un nódulo menor.
En ambos casos se recomienda también extraerlos con el objetivo de no distorsionar ni los sabores, ni el aroma ni el corte de la pieza del jamón.
Por lo tanto, en caso de que encontréis un tejido de tono marrón en vuestro jamón ibérico no hay de qué preocuparse, pues tan solo son nódulos ninfáticos. No obstante, se recomienda extraerlos para disfrutar de una auténtica experiencia jamonera.